jueves, 13 de enero de 2011

Siempre buscando esa pieza...

Las relaciones de pareja...

Esa extraña obsesión que el ser humano tiene por encontrar a alguien que complete nuestro puzzle, esa pieza final que le dé un sentido y armonía al resto para formar un todo compuesto.

Pero, ¿realmente existe esa pieza?

A medida que experimentamos nos damos cuenta de que no es así y que de algún modo es una pieza imperfecta, con impurezas, que durante un período de tiempo podemos considerar como válida para suplir ese vacío, pero que al fin y al cabo no es más que otro intento de encajar la pieza perfecta.

Y es que las relaciones, como en un puzzle sin final, lo que más deseamos es encontrar a ese alguien que complete nuestra vida y encaje a la perfección. A la larga lo que buscamos son personas que de algún modo cumplan nuestras pasiones. PERO SIEMPRE HAY UN PERO. Y es que las pasiones son pasajeras y una vez explotada una pasión nos cansamos de la misma y necesitamos de otra para poder sentirnos plenos. Y así es, encontramos una pasión más fuerte que queremos saciar. Una vez más volvemos a caer en la búsqueda insaciable de esa pieza final, esa persona, que en esta ocasión no tenga impureza que alimente esa pasión. Lo único que encontramos es un sustitutivo del anterior. ¡SÍ! sorprendentemente consigue encajar en el puzzle pero en el fondo de nuetro ser sabemos que no es la perfecta porque hay muchas otras pasiones que no consigue cubrir. Decidimos volver a dejar sin pieza final al puzzle...

Nos desesperamos, lloramos, pataleamos, reímos socarronamente, maldecimos a Cupido y su séquito de cursilerías "ñoñas" adornadas con corazones rojos y al final perdemos toda esperanza. 

Pasa el tiempo, sabio y sanador de todo mal, y aunque nuestro yo interior sigue resentido la idea del puzzle acabado sigue rutilante, como la luz de una lamparita de noche esperando a que su escritor se siente una noche más ante ella y comience su idilio amoroso entre papeles, lápices y el haz de luz dorada que envuelve la escena.  De tal modo que poco a poco nos recomponemos y de nuevo ¡PUFF! encontramos a una persona maravillosa, increíble, divertida, alegre, cariñosa, atenta pero no agobiante... Pero, NO, no es más que otro intento de conseguir un estado de plenitud total.

Pero somos felices, con esas piezas pasajeras, que te hacen explotar al máximo tus pasiones. Cada una de esas personas te llena de una forma mágica, te da vida, completa el puzzle de forma pasajera.

Entonces, ¿tan importante es encontrar una pieza perfecta que nunca llegará?, o , ¿tal vez lo más inteligente sea vivir cada pasión como si fuese la última, sin importar su fecha de caducidad? 

Otros piensan que al final hemos probado tantas piezas imperfectas que el las ranuras del puzzle se van limando hasta que acaban encajando.


ALUDIENDO A LAS MUJERES:
Aquí dejo un enlace de la serie sexo en Nueva York, graciosa y clarificadora:
http://www.youtube.com/watch?v=0AczYtHF8D4

PARA LOS HOMBRES y todo aquel susceptible de apreciar buena literatura:
http://sinopuededormir.blogspot.com/2010/11/desde-mi-celda-carta-de-un-lunatico.html


Beatrice*

6 comentarios:

  1. Es la segunda vez que comento en este post. El anterior comentario desapareció en los entresijos de la red cuando mi ordenador decidió morir.

    Como no recuerdo lo que puse, empiezo de cero.

    Es un post digno de un ejemplo de clase de redacción. Presentación - Nudo -Desenlace.

    El ser humano rara vez gusta de sentirse solo o estar solo (no hablamos de ciertas temporadas, sino en general), por lo que tiende a buscar complementos para su vida, ya sean en forma de amigos, pareja, animales o, últimamente muy de moda, facebook.

    Es normal que con el paso del tiempo esos complementos no nos emocionen o gusten como al principio. Aplicado al texto, es comprensible que no sintamos la misma pasión que al principio por esa persona, pero eso o quita que la relación no pueda seguir funcionando.

    Por otro lado, esperar a la media naranja, el príncipe azul o la pareja perfecta, no tiene sentido, porque esta no existe como tal. Es la idea que nosotros nos formemos de ella o el. Sus defectos se convierten en algo simpático y gracioso, su cuerpo, imperfecto, se transforma en algo más bello que cualquier maravilla de este mundo. Cuando te enamoras o te gusta alguien, comienzas a ver a esa persona con otros ojos, y eso no tiene porque cambiar.

    Si al final resulta que todo lo que veías al principio ya no está y no hay solución posible por parte de ambos, no pasa nada.

    No hay derrota o malos sentimientos. Al contrario, lo que importa es todo lo que has aprendido, disfrutado y reído con esa persona. Las experiencias vividas sirven para toda tu vida, como recordatorio para mejorar o para reír en silencio o con amigos.

    No hay que esperar, hay que abrazar cada momento como si fuera el penúltimo (nunca hay que pensar que será el último, siempre hay otra oportunidad).

    Definitivamente, pasión siempre y en cada momento, sin pensar cuando acabará.

    Saludos desde La Guarida -------- TOmás Iliescu

    ResponderEliminar
  2. Como decía Ortega y Gasset: "El deseo muere automáticamente cuando se logra: fenece al satisfacerse. El amor, en cambio, es un eterno deseo insatisfecho".

    Me gusta el texto.

    ResponderEliminar
  3. Eternos románticos como Larra. Espero que no acabemos suicidándonos con una cuchilla en el espejo de nuestro baño compañero.

    Gracias por tu aportación

    ResponderEliminar
  4. No sé si fue a ti a quien comenté esto el otro día, Oscar Wilde, con su típica sorna (aunque no por ello menos cierta), dijo "Los hombres buscan ser el primer amor de una mujer. Las mujeres buscan ser el último romance de un hombre". Sin querer entrar en el demasiado roído tema de la discrepancia entre sexos, me gustaría más bien discernir entre momentos de la vida de cualquier persona en los que se busca desesperadamente alguien para vivir con esa persona un primer amor, una pasión incontrolable y descontrolada; y momentos en los que se intenta conseguir vivir un romance sempiterno, que no dure hasta el final.

    ¿Es inalcanzable? Depende. Pero qué no.

    ResponderEliminar
  5. ¡Hola a todos!

    Como persona que está de paso, debo darte mi mas sincera enhorabuena por esta entrada. Me animaste a escribir otra... (http://heraldemissary.wordpress.com/2011/07/14/debemos-encontrar-esa-pieza/)

    Espero que disfrutes, como mínimo, la mitad de lo que yo he llegado a disfrutar leyendo la tuya.

    ¡Saludos!

    Herald.

    ResponderEliminar