jueves, 16 de diciembre de 2010

La profesión de los "palitos de polo"

Poco a poco la luz de la Sala Mozart, del Auditorio de Zaragoza, atenúa su fuerza para dar paso a la entrada de los artistas. Como si de una procesión se tratase, más de 357 coristas y una orquesta de alrededor de 50 instrumentistas hacen su entrada en a un escenario bañado por la luz dorada que se concentra en el escenario.

Y entonces, en medio de esa vorágine de colores cálidos, focos dirigidos a los músicos y total penumbra en las plateas, una voz en off anuncia al público: “Señoras, señores, el concierto va a dar comienzo, por favor apaguen sus teléfonos móviles y mitiguen en lo posible aquellos ruidos que puedan perturbar la concentración de los artistas”.

Octava Sinfonía de Mahler, Auditorio de Zaragoza. Director: Valery Gergiev.F: Tino Gil
Sólo es necesaria que esta dulce y plácida voz en off diga esta frase, para que las toses de 2000 personas inunden la sala y rompan el halo que ella misma ha creado. Hasta que progresivamente se apagan y hace entrada el director, entre aplausos. Saluda  y ocupa su pequeño y un tanto elevado cuadrado para dar la espalda al público. Es en ese preciso momento cuando una persona puede comprender lo que es el silencio súbito. Para los artistas se trata del momento más importante, aquel en el que la tensión y los sentidos están a flor de piel, listos para responder de forma pronta a las órdenes de la batuta del maestro a la dirección.

Y una vez que él, en su lucha interior por canalizar toda su energía en un único punto, da ese movimiento que inicia la maravilla de la música.

Algunos piensan que el papel de un director de orquesta es el de mover los brazos como un molinillo, ¡cuánta ignorancia! Estas personas que dan la espalda durante conciertos que llegan a las 3 horas, (como el Mesías de Haendel) han estado estudiando una larga y complicada carrera durante años.

Pero las personas siguen viviendo en la ignorancia y no comprenden que  aquellos que se dedican a estudiar música, los MÚSICOS, con mayúsculas, les cuesta acabar su carrera una media de 15 años. Sí, haciendo cálculos no encontramos ninguna otra materia del conocimiento que requiera tal sacrificio. Pero esto no acaba aquí, para conseguir una formación completa y brillante se van a diversos países, con maestros reconocidos para ampliar su conocimiento. Esto lo hacen durante el resto de sus días. Es decir, nos encontramos ante una carrera de formación en la que el período de aprendizaje límite es la que la vida permite aprovechar.

Y el director de orquesta, según Ana Morgade (colaboradora del programa de Buenafuente), en referencia a Lorin Mazeel, sólo es “el señor de espaldas que hace así (movimiento con los brazos, que podréis ver en el enlace del dinal) no canta, no toca, NO. Sólo hace esto (repite el aspaviento con los brazos)”.

Se queja de la cuantía de dinero que gana una persona por: haber estudiado una carrera que todavía no ha finalizado, llevar dirigiendo orquestas durante 30 años, conseguir bajo su batuta que las orquestas suenen con un brillo especial.

Porque claro, esta presentadora, que tiene 5 años de estudios de violín, parece ser que no sabe que para hacer música no es suficiente afinar y tocar las notas de una partitura… el sentimiento no sólo lo dan las alteraciones de la misma, la expresividad y movimientos del director de orquesta son en gran medida lo que hace que una orquesta sea buena, o que sea la mejor. Ahí radica el problema, y es que para algunos la música es como para esta periodista el director de orquesta, uno que se está forrando porque mueve una batuta “pá los laos, que es un palito, un palito del de los de los polos”.
Director de Orquesta Lorin Mazeel

Y es esta la cara de la música, mal llamada "clásica", que los medios de comunicación más seguidos muestran.

Sólo recomendaría que por un momento, un solo instante, pensaseis en el trabajo que supone para un director de orquesta enfrentarse a una obra. Empezando primero por el estudio de la situación histórica en la que se compuso, los problemas sociales de la misma. Sigamos por la vida de su autor, con pelos y señales, para poder comprender los acordes que aparecen en la partitura, el carácter que quiere transmitir a través de cada número, es decir, meterse en la piel del compositor y conseguir comprenser la intención final que se esconde tras las partituras. La traducción y análisis de los textos. Así como el papel de cada instrumento en cada uno de los momentos de la obra, para saber qué es lo que el compositor en su día quería transmitir a través de ellos, con qué objetivo, con qué carácter, qué quería transmitir a través de cada uno de ellos. Y por último aúna todo esto ante una orquesta compuesta por 100 personas y que en ocasiones también participan coros. Imprime todo esto en tus brazos, desde los hombros hasta la punta de los dedos, el movimiento exacto para expresar cada uno de estos matices. 

Algo alegre tal vez necesite un movimiento abierto, pero tengamos en cuenta que si es alegre pero piano no podremos hacerlo abierto, porque eso significaría que el director está pidiendo un forte… Y así con absolutamente cada compás de una obra.

Pero claro, los directores de orquesta sólo son esas personas que llegan al escenario envuelto en un halo de calidez, con grandes artistas que aguardan con tensión y los sentidos a flor de piel, el momento en el que el maestro a la dirección consiga vencer su lucha interior para canalizar toda su energía en un único punto. Y entonces, da ese movimiento que creador de obras maestras de la historia cultural musical.


El director de orquesta austríaco, Herbert von Karajan aseguraba que "el arte de dirigir consiste en saber cuándo dejar la batuta para no molestar a la orquesta."


Aquí podéis ver lo que Ana Morgade dijo en el programa de Buenafuente sobre Lorin Maazel, y juzgar por vosotros mismos:
http://www.youtube.com/watch?v=dTtFkS8T8Hg

También dejo un fragmento de la Sinfonía nº8. de Mahler, en mi opinión uno de los finales musicales sinfónico más mágicos que he escuchado. Destacar la interpretación de la Orquesta Joven de Gran Bretaña y la excelente dirección del maestro Simon Rattle:



viernes, 19 de noviembre de 2010

“El Auditorio me ha dado la vida”

Espero sentada en un hall, por donde entran los artistas, y tras unos breves minutos viene a buscarme un hombre de mediana estatura, con elegante porte y sonrisa afable. Miguel Ángel Tapia, que este año celebra el quince aniversario desde la apertura del Auditorio, así como su carrera como director del mismo a lo largo de todo este tiempo, abre las puertas de su despacho. Con una mesa llena de papeles, el teléfono sonando constantemente, una pared repleta de momentos enmarcados, estanterías llenas de una colección interminable de CDs y de libros, un rinconcito dedicado al género de la zarzuela y la jota, un paquete de Marlboro siempre a su lado y entre sus manos, el cuadrante de la programación del Auditorio de los siguientes meses… Todo dispuesto para una jornada laboral más.

Miguel Ángel Tapia trabajando en su despacho del Auditorio de Zaragoza. Fuente: Beatriz Gracia

¿Si tuviera que elegir un instrumento? 

Para tocar, sin ninguna duda el piano, que es lo que yo he elegido.

¿Si tuviera que elegir un estilo musical? 

Lo mal llamado música clásica, que en realidad es música con mayúsculas.

¿Si tuviera que elegir un director de orquesta actual?

Mariss Jansons.

¿Si tuviera que elegir un compositor?

Depende del momento y de mi estado de ánimo, hay épocas en las que me gusta más Mozart, otras Rachmaninoff, en otros momentos Bach…

¿Si tuviera que elegir una ópera?

Carmen, creo que es la ópera más redonda de todas.

¿Si tuviera que vivir en otra ciudad? 

En Nueva York, pero para vivir no para trabajar. Me gustan las grandes ciudades, muy cosmopolitas, que respiran libertad, en las que la ciudad vive 24 horas al día…

¿Si tuviera que elegir un cantante/a del momento? 

Depende del etilo musical, pero siguiendo la línea anterior, supongo que a Joyce Didonato, una mezzosoprano americana que canta música lírica.

¿Si tuviera que elegir a un instrumentista?

Leif Ove Andsnes, un prestigioso pianista noruego.

¿Si tuviera que elegir una orquesta? 

La orquesta Concertgebouw de Amsterdam, que además estuvo aquí hace escasos días.

Tras quince años al frente del auditorio, ¿qué siente?

Parece que es el 1º año, estoy siempre empezando, porque en la música, en la organización y en la promoción siempre todo lo que has hecho queda en el recuerdo, pero no tiene constancia para nada más, no es algo tangible, son cosas que sólo puedes recordar y esos recuerdos no sirven de nada para hoy. Es cierto que te ayudan a saber lo que tienes que hacer mejor y para saber cuál es la historia de estos quince años, gracias a la cual estamos donde estamos. A mí estos 15 años se han pasado como si hubiesen sido 15 meses, recuerdo cuando se inauguró el Auditorio y parece que sucedió ayer.

Usted desarrolla tres actividades en el Auditorio…

Exacto como director artístico, técnico y gerente que en el cómputo global exigen que el Auditorio funcione en todo momento. Además cuento con un equipo de 9 personas, con un cometido específico, con las que me reúno al comienzo de la semana para coordinar todo a la perfección.

Ahondando un poco más, ¿cuál es su función como director técnico?

Simplemente que el Auditorio no se vea paralizado en ningún momento por ningún acontecimiento, tengo que velar porque siempre permanezca abierto. Para ello cuido nimiedades como que funcione la luz, el agua… Que sin embargo son fundamentales en cualquier infraestructura de este tipo.

Como director artístico…

Aquí se compendia lo que se le ofrece al público. Hacer los programas, contratar a las orquestas, atender a todas las llamadas, atender a los pianistas, directores y orquestas que quieren tocar aquí, y ante todo hacer una buena selección del producto que se va a ofrecer, atendiendo a las características del público.

 Los grandes momentos de su vida laboral. Fuente: Beatriz Gracia
Y de gerente…

Como gerente me encargo de todo lo relacionado con el tema económico. La contratación del personal de servicio, como las azafatas, taquilleras y todo el mundo que tiene que estar al tanto. Todo esto, además de lo anterior dicho, está totalmente relacionado al presupuesto con el que se cuenta. Con ello se debe hacer un balance de lo que se va a vender y crees que va a ser aceptado por el público.

¿Cómo describiría su dedicación al Auditorio?               
                          
Yo duermo muy pocas horas, trabajo aquí casi las veinticuatro horas del día. Estoy pendiente del Auditorio todo el día, porque aunque me voy a casa mi teléfono siempre está encendido por lo que pueda pasar.

¿Cómo puede compaginar su trabajo con su faceta como pianista?

Yo soy muy desordenado aparentemente, sin embargo mi cabeza es muy ordenada y responsable, por ello no he dejado nunca la faceta de músico. Cuando llevo más de un mes sin acompañar a un instrumentista, tocar en un concierto o acompañar a un cantante, me pongo nervioso al no ``pisar tablas ´´. Además eso me viene bien para mantener mi agilidad, estudiar, no abandonar esa profesión tan bonita que comencé con 7 años y que me ha costado tanto mantener.

Por el Auditorio han pasado las mejores orquestas del mundo, ¿fruto de un reto personal?

Tan sólo soy un trabajador y jamás he querido ser pretencioso. Se han sucedido un cúmulo de circunstancias que han ido forjando unos eslabones, dando como resultado una cadena que debemos cuidar para que sea de oro y no de chatarra. Si eso ha sido lo que ha salido, ha sido sin pretenderlo. Y si este trabajo en equipo ha conseguido una grata aceptación, nos podemos sentir orgullosos de que Zaragoza tenga un auditorio que es un referente hoy en día.

¿Por qué apostó por los grupos residentes del Auditorio?

Me parece que es un modelo que no se había hecho en ninguna otra ciudad de España, contando con los auditorios. Casi todos los auditorios de España tienen una orquesta sinfónica, ya sea propia de la ciudad o de la comunidad autónoma, sin embargo Zaragoza y Aragón carecía de ella, por lo tanto apostamos por estos grupos emergentes, que con esfuerzo y trabajo ya están dando su fruto internacionalmente.
Estoy convencido que tanto el coro Amici Musicae, en sus tres facetas, infantil, juvenil y senior, como la orquesta de cámara del auditorio``Enigma ´´, las orquestas jóvenes del Conservatorio y “Al aire Español”, creo que es de lo que más orgullosos nos podemos sentir, no solamente yo, sino todos los zaragozanos.

¿Cuáles son los momentos más especiales que ha vivido a lo largo de su carrera como director del Auditorio?

Lo cierto es que tengo dos grabados a fuego en mi memoria. El primero fue el día de la inauguración, el 5 de octubre de 1994, cuando oí el himno de la alegría, con todos los coros e instrumentistas de la orquesta nacional, estaba sentado junto al arquitecto, José Manuel Pérez La Torre, y en ese momento nos fundimos en un apretón de manos y los dos nos emocionamos muchísimo.

Ese es el primero… ¿Y el segundo?

Esta vez no fue solamente en el concierto, sino también en la retransmisión por televisión, del concierto, con motivo de la Expo, que dio el director Zubin Mehta, la orquesta de Israel y el coro senior Amici Musicae del Auditorio. Interpretaron la Segunda Sinfonía de Mahler, ``La Resurrección ´´. La interpretación de la parte final de la obra me pareció un momento de los que se quedan en tu retina.

¿Cómo han marcado en su vida estos quince años?

He sido un afortunado, yo soy de los que piensan que el Auditorio me ha dado la vida, las mayores satisfacciones, a parte de los momentos malos y difíciles que haya tenido, pero de eso no me acuerdo. Soy agradecido a quien me puso al frente de este proyecto y sobre todo agradezco la suerte que he tenido de dirigir algo tan bello, tan espectacular y que se ha convertido en un referente europeo incluso diría que mundial.

La gente piensa en usted como alguien inaccesible…

Me voy a describir porque muchas veces me hago mi propia autocrítica y en esa autocrítica me salen muchísimos defectos, uno de ellos es que soy muy vehemente pero a la vez de la vehemencia soy muy claro, yo me enfado sobre todo por los problemas pequeños, las tonterías me ponen muy nervioso y me desquician, sin embargo, con los problemas grandes de mi vida he adoptado una serenidad que jamás hubiera creído que pudiera adoptar, ese es uno de mis errores y virtudes al mismo tiempo.

A otros les sugiere un respeto que en ocasiones roza con un cierto temor…

Quizás eso sea un complejo de inferioridad, derivado de que soy pequeño y todos los pequeños tenemos que tener un mecanismo de autodefensa para que no nos avasallen, posiblemente pueda ser eso, cuando me autoanalizo doy con esta respuesta, pero lo que también puedo decir es que cuando se me conoce soy una persona muy tierna, muy dulce, muy enamoradiza, muy romántico y sobre todo puedo decirte que no soy mala persona. Yo jamás he rematado a nadie y he tenido motivos para ser absolutamente vengativo, pero no puedo vivir con un resquemor en mi vida. Cuando me equivoco suelo pedir perdón, lo reconozco y reconozco que tengo un pronto malísimo. Digamos que soy un corredor a larga distancia y como corredor a larga distancia doy buenos resultados.

¿Le queda algún sueño pendiente?

Creo que quedan muchas cosas todavía por realizar y mucha gente por venir. Una de las cosas más importantes que quiero dejar antes de jubilarme, es dejar muy consolidados los grupos que actualmente están estables en este Auditorio, y desde luego proyectarlos al mundo. Pero no por mí, sino por Zaragoza, para llevar el nombre de nuestra ciudad por todo el mundo y que estos grupos sean un referente a nivel nacional e internacional y que sepan que en Zaragoza también se hacen cosas estupendas.

Beatrice*

martes, 2 de noviembre de 2010

Genios de café y alcobas

En el interior de bares con pequeños escenarios iluminados por tenues bombillas parpadeantes, en pocos metros cuadrados con paredes agrietadas y olor a humedad, denominados “estudios”. En una habitación envuelta de recuerdos e ideas rutilantes, en el arco de un violín, o las hojas amarillentas de un cuaderno y lápices sin punta…Donde viven los genios anónimos.

Aquellos que dedican su vida a crear auténticas obras de arte y sin embargo se tienen a sí mismos y a un reducido grupo de admiradores. Las copias nos invaden cada día en más aspectos de la vida y siento decir que también en el arte, por desgracia. Y tenemos que ver como estas personas triunfan en el mercado, mientras que nuestros genios anónimos crean verdaderas maravillas entre cuatro paredes con olor a incienso que intenta tapar la humedad. Puedo parecer brusca en estas palabras, tan sólo son un símil literario de la soledad de su arte.

Alejandro Monge, joven pintor zaragozano de 22 años.
Perdemos genios con cada respiración de basura televisiva, lectiva, musical que decidimos consumir. ¿O tenemos opción?, lo cómodo no es lo mejor, si no lo más sencillo, pero y ¿qué hay de las inquietudes? La belleza que se esconde en lo más profundo de una habitación oscura, de un bar al que nunca habíamos entrado, la intriga de ver una exposición de un pintor del que no conocemos el nombre, de una obra escrita que parece demasiado breve para ser buena, debido a lo que nos gustan los tomos Larousse que últimamente son best seller. No olvidemos que Gabriel García Márquez hacía verdaderas maravillas en 140 páginas (Relatos de un Náufrago).

Pero si nosotros, los jóvenes, no somos capaces de movernos, inquietarnos, apasionarnos por algo, indagar en lo llamativo, escuchar a poetas de bares, cantantes de alcobas, escritores de blog, músicos de metro… ¿Quién lo va a hacer? En un país en el que la cultura nunca ha sido la bandera a enarbolar.
Retrato del pintor Alejandro Monge
Démosles la importancia que se merecen, concedámosles un sitio en nuestros blogs, en nuestros tablones de Facebook, en nuestras estanterías, en nuestro tan “inexistente” tiempo, en nuestras vidas. Hagamos que sean escuchados, vistos y leídos. Tengamos espíritu crítico y no nos conformemos con la basura con la que nos bombardean constantemente los medios. Seamos jóvenes que consigamos una actitud crítica ante lo que la vida nos depara, tengamos voz y voto, “mojémonos” por lo que nos importa, pasemos por la vida pisando con fuerza en vez de puntillas.

Luchemos por estos genios que engrandecen una generación tan duramente criticada. Somos los actores de nuestro guión, no caigamos en un “Física o Química” cualquiera. Confiemos en los grandes anónimos para crear una gran obra.


Beatrice*

Espero que disfrutéis de este enlace:

jueves, 28 de octubre de 2010

¡El ganado vacuno triunfa en Noruega!

El reportaje ¿Madre o Vaca? Que publicó el Mundo en su Magazine ha suscitado un gran revuelo entre la población femenina. 

Tildar de vaca y mostrar imágenes de tal índole por el simple hecho de prolongar el período de lactancia de un hijo es algo que muchas mujeres han señalado como “inaudito y vergonzoso” y más todavía viendo que tales palabras salen de la mano de una mujer.
A lo largo del reportaje se vislumbra claramente la visión negativa sobre la ampliación del período de lactancia, pues las declaraciones y testimonios que usan de apoyo dejan clara esta idea. Además afirman, entre líneas, que esta decisión de amamantar al hijo durante al menos seis meses es una medida “hippie” que organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y la Asociación Española de Pediatría (AEP) usan para presionar a las madres.

Para apoyarse en sus argumentos usan el escudo de las mujeres feministas, que argumentan que esta prolongación de la lactancia es una forma de retroceso de la mujer al ámbito doméstico y en cierto modo tienen razón, pero el problema de base contra el que se tiene que luchar no es éste, si no la pésima política social de la que disponen las madres españolas para poder compaginar el trabajo y la maternidad.

La Fundación Save The Children ha elaborado un informe con un ranking de los países en los que es mejor ser madre: Ser madre en.. Según éste en la actualidad las mujeres noruegas son las más beneficiadas coyunturalmente para ser madres.
Portada del Magazine de El Mundo 17/oct/2010.

Pero, ¿por qué? Si España es un país desarrollado, con un elevado estado de bienestar (salvando las distancias que la crisis está causado). Pues simplemente por lo comentado anteriormente, por las políticas sociales.

En Noruega las cosas son muy distintas. Una madre noruega tiene dos opciones: puede elegir 46 semanas de baja recibiendo el sueldo íntegro, o 56 con el 80%. Además el hombre puede disfrutar de otras 10 con el total del salario. Para más INRI cada familia recibe unos 120 euros mensuales por hijo hasta los 18 años. Y…¿Qué pasa en España? Que se conceden 16 semanas a la madre y 15 días al padre, eso sí, sin rebajar ni un céntimo de euro sus sueldos, todo un detalle.

Lo que nos separa de un país como Noruega es un abismo. Claro que pueden amamantar a sus hijos durante 6 meses, incluso más, pero no sólo eso, pueden disfrutar de ellos, verlos crecer, empezar a balbucear y lo más sorprendente de todo, el padre también disfruta de ese derecho. Y sin perder su puesto de trabajo, algo inhóspito. Por tanto hasta cierto punto es entendible el malestar del sector feminista, sin embargo incido de nuevo, ¿no deberían reivindicar con más fuerza en la base del problema?

Gracias, y mil gracias a los gobiernos que han dejado esta estela tan maravillosa de desatención a la base de la pirámide poblacional, ese “FUTURO DE ESPAÑA” del que tanto os enorgullecéis. Izquierdas y Derechas, señores abran los ojos, que España se envejece y si no solucionan el problema pronto se encontrarán con otro mayor para el que no habrá vuelta atrás.

Beatrice*

Aquí dejo un enlace a un arículo de el País, el cual a través del Informe de Save The Children ha elaborado reportajes de los países que nombre el ranking.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Noruega/mejor/pais/mundo/ser/madre/elpepusoc/20100504elpepusoc_5/Tes

Y aquí adjunto otro con el reportaje del Magazine de El Mundo ¿Madre o Vaca?:
http://www.youkioske.com/prensa-espanola/magazine-el-mundo-17-octubre-2010/

jueves, 7 de octubre de 2010

Cultura moderna sin música clásica

Foto primocional de la Orquesta de Cadaqués
La combinación del agudo sonido del violín, el suave tono del fagot, las trompetas, trompas y tubas que anuncian la llegada de un momento de cambio en la obra y la percusión que aporta ese misticismo que pone los pelos de punta. El equiñibrio entre las diferentes cuerdas de un coro compuesto por más de cien personas y la brillantez de los solistas, no son lo suficientemente buenos para los jóvenes españoles. Se deleita cuando haciendo un simple click en sus aparatos de música y escuchan a músico que tocan cuatro acordes en una guitarra y a veces tan si quiera eso. Nombres como Mozart, Beethove, Debussy, Chopin, Orff, Verdi, Puccini, y un largo etcétera, han quedado en el olvido.

Este arte ha quedado guardado en el archivo, esto provoca que ningún medio de comunicación ponga interés por mostrarlo. Los jóvenes, y cualquier persona, no se pueden interesar por lo que para ellos no existe, por lo que no conocen, puesto que en la televisión pública y la radio se han suprimido Clásicos Populares después de muchos años de excelente acogida y audiencia. No hay programas específicos de música clásica, y si los hay son en horarios intempestivos, o las retransmisiones de conciertos son un auténtico aburrimiento.

Violonchelo
Con estos parámetros es lógico que la juventud adopte una actitud de pasividad, no sólo ante este arte, sino ante todo lo que los rodea, por ello eligen la música fácil, la que llega sin esfuerzo alguno hasta ellos. Habría que acercarla, no sólo desde el ámbito puramente musical, sino desde el social, poder realizar una interacción con el momento en el que se compuso y los “por qués” que rodean a ese tipo de música.

El público de cualquier concierto tiene una media de edad elevada, excepto ese pequeño reducto de melómanos de la música. Sin embargo en el resto de  Europa esto cambia radicalmente. La formación adquirida y el sentimiento de tener unos orígenes los lleva a tener un interés mucho más activo por este arte que a los españoles.
   
Es la pescadilla que se muerde la cola, falta de tradición, falta de músicos, todo acaba por llevar la misma conclusión, falta de medios, por lo tanto falta de inversión en la cultura. En el resto de Europa los recortes presupuestarios afectan a la cultura, pero no en la misma medida que en España, posiblemente la música sea el primer sitio donde el gobierno mete la tijera.



Beatrice*