jueves, 28 de octubre de 2010

¡El ganado vacuno triunfa en Noruega!

El reportaje ¿Madre o Vaca? Que publicó el Mundo en su Magazine ha suscitado un gran revuelo entre la población femenina. 

Tildar de vaca y mostrar imágenes de tal índole por el simple hecho de prolongar el período de lactancia de un hijo es algo que muchas mujeres han señalado como “inaudito y vergonzoso” y más todavía viendo que tales palabras salen de la mano de una mujer.
A lo largo del reportaje se vislumbra claramente la visión negativa sobre la ampliación del período de lactancia, pues las declaraciones y testimonios que usan de apoyo dejan clara esta idea. Además afirman, entre líneas, que esta decisión de amamantar al hijo durante al menos seis meses es una medida “hippie” que organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y la Asociación Española de Pediatría (AEP) usan para presionar a las madres.

Para apoyarse en sus argumentos usan el escudo de las mujeres feministas, que argumentan que esta prolongación de la lactancia es una forma de retroceso de la mujer al ámbito doméstico y en cierto modo tienen razón, pero el problema de base contra el que se tiene que luchar no es éste, si no la pésima política social de la que disponen las madres españolas para poder compaginar el trabajo y la maternidad.

La Fundación Save The Children ha elaborado un informe con un ranking de los países en los que es mejor ser madre: Ser madre en.. Según éste en la actualidad las mujeres noruegas son las más beneficiadas coyunturalmente para ser madres.
Portada del Magazine de El Mundo 17/oct/2010.

Pero, ¿por qué? Si España es un país desarrollado, con un elevado estado de bienestar (salvando las distancias que la crisis está causado). Pues simplemente por lo comentado anteriormente, por las políticas sociales.

En Noruega las cosas son muy distintas. Una madre noruega tiene dos opciones: puede elegir 46 semanas de baja recibiendo el sueldo íntegro, o 56 con el 80%. Además el hombre puede disfrutar de otras 10 con el total del salario. Para más INRI cada familia recibe unos 120 euros mensuales por hijo hasta los 18 años. Y…¿Qué pasa en España? Que se conceden 16 semanas a la madre y 15 días al padre, eso sí, sin rebajar ni un céntimo de euro sus sueldos, todo un detalle.

Lo que nos separa de un país como Noruega es un abismo. Claro que pueden amamantar a sus hijos durante 6 meses, incluso más, pero no sólo eso, pueden disfrutar de ellos, verlos crecer, empezar a balbucear y lo más sorprendente de todo, el padre también disfruta de ese derecho. Y sin perder su puesto de trabajo, algo inhóspito. Por tanto hasta cierto punto es entendible el malestar del sector feminista, sin embargo incido de nuevo, ¿no deberían reivindicar con más fuerza en la base del problema?

Gracias, y mil gracias a los gobiernos que han dejado esta estela tan maravillosa de desatención a la base de la pirámide poblacional, ese “FUTURO DE ESPAÑA” del que tanto os enorgullecéis. Izquierdas y Derechas, señores abran los ojos, que España se envejece y si no solucionan el problema pronto se encontrarán con otro mayor para el que no habrá vuelta atrás.

Beatrice*

Aquí dejo un enlace a un arículo de el País, el cual a través del Informe de Save The Children ha elaborado reportajes de los países que nombre el ranking.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Noruega/mejor/pais/mundo/ser/madre/elpepusoc/20100504elpepusoc_5/Tes

Y aquí adjunto otro con el reportaje del Magazine de El Mundo ¿Madre o Vaca?:
http://www.youkioske.com/prensa-espanola/magazine-el-mundo-17-octubre-2010/

jueves, 7 de octubre de 2010

Cultura moderna sin música clásica

Foto primocional de la Orquesta de Cadaqués
La combinación del agudo sonido del violín, el suave tono del fagot, las trompetas, trompas y tubas que anuncian la llegada de un momento de cambio en la obra y la percusión que aporta ese misticismo que pone los pelos de punta. El equiñibrio entre las diferentes cuerdas de un coro compuesto por más de cien personas y la brillantez de los solistas, no son lo suficientemente buenos para los jóvenes españoles. Se deleita cuando haciendo un simple click en sus aparatos de música y escuchan a músico que tocan cuatro acordes en una guitarra y a veces tan si quiera eso. Nombres como Mozart, Beethove, Debussy, Chopin, Orff, Verdi, Puccini, y un largo etcétera, han quedado en el olvido.

Este arte ha quedado guardado en el archivo, esto provoca que ningún medio de comunicación ponga interés por mostrarlo. Los jóvenes, y cualquier persona, no se pueden interesar por lo que para ellos no existe, por lo que no conocen, puesto que en la televisión pública y la radio se han suprimido Clásicos Populares después de muchos años de excelente acogida y audiencia. No hay programas específicos de música clásica, y si los hay son en horarios intempestivos, o las retransmisiones de conciertos son un auténtico aburrimiento.

Violonchelo
Con estos parámetros es lógico que la juventud adopte una actitud de pasividad, no sólo ante este arte, sino ante todo lo que los rodea, por ello eligen la música fácil, la que llega sin esfuerzo alguno hasta ellos. Habría que acercarla, no sólo desde el ámbito puramente musical, sino desde el social, poder realizar una interacción con el momento en el que se compuso y los “por qués” que rodean a ese tipo de música.

El público de cualquier concierto tiene una media de edad elevada, excepto ese pequeño reducto de melómanos de la música. Sin embargo en el resto de  Europa esto cambia radicalmente. La formación adquirida y el sentimiento de tener unos orígenes los lleva a tener un interés mucho más activo por este arte que a los españoles.
   
Es la pescadilla que se muerde la cola, falta de tradición, falta de músicos, todo acaba por llevar la misma conclusión, falta de medios, por lo tanto falta de inversión en la cultura. En el resto de Europa los recortes presupuestarios afectan a la cultura, pero no en la misma medida que en España, posiblemente la música sea el primer sitio donde el gobierno mete la tijera.



Beatrice*